Las ballenas son primas de los hipopótamos

Las ballenas son primas de los hipopótamos

Parece difícil de creer, pero es cierto. Las ballenas y los hipopótamos, como bien lo demuestra una reciente investigación, comparten un ancestro común que habitó la tierra hace unos cincuenta millones de años.

Ballenas e hipopótamos ¿Primos?

Según relatan los resultados de la investigación, este eslabón antiguo aún puede arrojar nuevas luces sobre la evolución de las especies mencionadas, aunque para ello deberán examinarse los restos fósiles hallados hasta la fecha. Por ahora, se conoce que el animal en cuestión se trataba de un cuadrúpedo que habitaba en los litorales de los océanos, a partir del cual tomaron lugar dos especies distintas, la de los mamíferos terrestres, conocidos bajo el nombre de anthracotheres y muy similares al cerdo actual, y por otro lado, la de los cetáceos que habitan las profundidades del mar. Evidentemente, este último grupo atravesó un largo proceso de evolución en el que desarrollaron aletas para poder subsistir en la vida marina.

Otra de las cuestiones que más llaman la atención es que los cetáceos se componen de un grupo numeroso de especies, mientras que sus parientes terrenales apenas ofrecen una sola especie, la de los hipopótamos. Evidentemente, este reciente descubrimiento permite dar un paso más en el tan controvertido origen de los hipopótamos.

Precisamente, una de esas teorías afirma que estos enormes y voluminosos animales compartían cierto nivel de parentesco con otras especies como los cerdos y las vacas, cuyos rasgos comunes podían evidenciarse en la presencia de pezuñas no hendidas. Por otra parte, la segunda y más reciente teoría basa su explicación en el estudio genético de los hipopótamos y su relación con ancestros ya extintos, que además también dieron origen a las ballenas.

Siguiendo el rastro evolutivo a lo largo de los años, las investigaciones han permitido concluir que el hipopótamo es una especie hermanada con los anthracotheres, los cuales al mismo tiempo comparten una línea común con los cetáceos del pasado, los mismos que dieron lugar a las ballenas.

Siguiendo el rastro de la evolución

A la hora de dar un paso más atrás en la trayectoria de la evolución, se conoce que el eslabón que dio origen a las ballenas y a los hipopótamos, surgió a su vez de un mamífero mucho más antiguo, el cual existió en la tierra hace unos 60 millones de años aproximadamente. Esta especie de “eslabón perdido” provenía de los artiodáctilos, una especie que dio paso a algunos animales actuales como las jirafas, las ovejas, los camellos, los antílopes y los cerdos (fuente: hipopotamoswiki).

Este planteamiento no descarta o resta credibilidad a la hipótesis anterior, sino que más bien permite deducir que los cetáceos, en algún lugar del pasado, también fueron animales cuadrúpedos terrestres con pezuñas hendidas. En otras palabras, y del mismo modo en que el ser humano comparte un pasado común con los primates, podríamos decir que tanto las jirafas como los camellos y los cerdos, parten del mismo punto evolutivo que los delfines, las ballenas y los narvales. Sorprendente, ¿Cierto?

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