Anatomía de las ballenas

Anatomía de las ballenas

La anatomía de mamíferos marinos como ballenas, delfines y marsopas comparte varias características únicas que les permite sobrevivir y prosperar en los diversos ambientes oceánicos donde puedan encontrarse viviendo.

Como mamíferos al fin, estos animales acuáticos requieren oxígeno para respirar, ojos para ver, oídos para oír, glándulas mamarias para alimentar a sus crías, y otros órganos y adaptaciones típicas del género. Sin embargo, a diferencia de otros, los mamíferos marinos tienen estructuras propias como las aletas y el o los espiráculos, las que les permiten navegar y respirar en su vida acuática con facilidad.

También poseen grasa y tienen la capacidad de abstenerse de usar funciones no esenciales mientras bucean, con el objetivo de mantener el calor y poder contener la respiración durante períodos prolongados de tiempo.

Para que puedas tener una comprensión básica de la anatomía de los cetáceos te proponemos dar un repaso a las características fundamentales de los cetáceos, lo que te permitirá entender por qué las adaptaciones físicas de los mamíferos acuáticos son tan importantes para su supervivencia.

Espiráculo de las ballenas

Espiráculo o sopladura

Las ballenas, marsopas y delfines necesitan oxígeno para sobrevivir como cualquier otro mamífero. A diferencia de otras criaturas del mar como los peces, que utilizan branquias para extraer oxígeno del agua, las ballenas deben salir a la superficie para respirar, actividad para cuya realización disponen de pulmones y un orificio, el espiráculo, en vez de branquias.

El espiráculo se encuentra en la parte superior de su cabeza, o cerca de ella, y actúa como un pasaje de las vías respiratorias.

Las ballenas no pueden respirar por la boca como los humanos y la mayoría de los mamíferos terrestres porque su esófago, conducto del sistema digestivo, y tráquea, el del aire, están completamente separados unos de otros, a diferencia de los de aquellos.

Un dato curioso que de seguro te sorprenderá es que aunque las ballenas respiran aire y necesitan de este para vivir, pueden permanecer hasta el 90% de su vida bajo el agua.

Dientes de las ballenas

Dientes de las ballenas

Existen dos subórdenes primarios para diferenciar las ballenas atendiendo a algunas de sus características físicas. El primero de estos es el suborden de las ballenas dentadas, las que suelen ser más pequeñas que las correspondientes al segundo suborden, las ballenas barbadas.

Las dentadas tienen un solo espiráculo en la cabeza mientras que las barbadas presentan dos orificios nasales. Poseen dientes con el fin de capturar a sus presas, masticar sus alimentos y protegerse contra las amenazas. El número de piezas que poseen puede variar mucho entre cada una de las especies, y algunas incluso no los pueden utilizar para comer.

Algunas ballenas, como el cachalote, se cree que usan sus dientes principalmente para manifestar agresividad y otras para agarrar a su presa, y tragar su comida enteramente. Por su parte, las orcas, llamadas ballena asesina, los usan para morder y herir a su presa mientras se defienden a sí mismas durante la caza de tiburones.

En lugar del esmalte que se encuentra en los dientes de seres humanos, visibles a simple vista, los de las ballenas presentan una cubierta de células cemento que, a menos que dicho cemento esté desgastado, impide la visualización del esmalte.

Barbas de las ballenas

Barba de las ballenas

Las ballenas barbadas son el otro suborden de las especies de ballenas que existen actualmente.

Son generalmente más grandes que las dentadas y en lugar de dientes tienen hileras de barbas con cerdas, semejantes a los dientes de un peine, situadas en la parte superior de sus mandíbulas. Dichas cerdas actúan como un filtro que permite la salida de agua de su boca tras la ingesta, pero impide que retornen al océano los peces y crustáceos pequeños atrapados dentro.

Debido a que estos grandes mamíferos marinos no poseen dientes, terminan tragando toda su comida, por lo que prefieren ir a la caza de presas pequeñas, manejables y consumibles sin mucha agitación. De ahí que a las especies de este suborden se les vea mayormente ir en la búsqueda de grandes enjambres de peces, calamares o krill para consumir.

Con el fin de capturar la mayor cantidad posible de sus presas, las ballenas barbadas nadan hacia ellas con su boca abierta y emplean sus barbas como una red, para luego empujar fuera el agua de su boca y tragar toda su comida.

Aleta dorsal de las ballenas

Aleta dorsal

El objetivo principal de la aleta dorsal es estabilizar el nado de la ballena y evitar que ruede por el agua, arrastrada por eventuales corrientes.

Este tipo de aleta puede variar mucho en términos de forma y tamaño, dependiendo de la especie en cuestión  y aunque muchas especies poseen una sola aleta dorsal, hay excepciones como el cachalote y la beluga, que no tienen ninguna. Algunas especies de delfines y marsopas también carecen de aleta dorsal.

Aletas pares y laterales

Las aletas pares y laterales en ballenas y delfines se usan para navegar y dirigir la dirección en el océano. Son usadas para realizar varias acrobacias acuáticas tales como los cambios de dirección de izquierda a derecha y viceversa, mediante la variación de sus ángulos, y además permite ascender en el agua y controlar los niveles de profundidad.

Ojos de las ballenas

Aletas caudales

Las aletas caudales están adjuntadas al final de la cola de la ballena y otros mamíferos acuáticos como los delfines. Son utilizadas para propulsarse y a diferencia de los tiburones, estas especies avanzan flexionando su cola hacia arriba y abajo, no hacia la izquierda y la derecha como los tiburones.

Ojos de las ballenas

Los ojos de una ballena son relativamente pequeños en comparación con el resto de su cuerpo. Están bien adaptados a la vida acuática y secretan un aceite utilizado para lubricarse y autoprotegerse de los escombros y otros productos químicos del océano.

Aunque producen aceite, los ojos de las ballenas no son capaces de secretar lágrimas. Sin embargo, el llanto de estos animales puede escucharse desde muchas millas de distancia.

Grasa de las ballenas

Oídos de las ballenas

Los oídos de una ballena están diseñados de manera diferente al de los humanos y están bien adaptados a la vida acuática. No presentan diferencias notables entre sus partes interna y externa.

Para recibir sonidos las ballenas se valen de su garanta, en lugar de los oídos externos. Para ello, el sonido atraviesa una cavidad que lo dirige directamente hacia el oído interno.

De igual forma, algunas ballenas también utilizan la ecolocalización para navegar por el océano, y para ello dependen en gran medida del sonido, elemento que les permite observar y analizar su entorno.

Grasa

Debido a que las ballenas son animales de sangre caliente, necesitan ser capaces de mantener su calor corporalUna de las formas mediante la que logran hacerlo, es conformando una gruesa capa de grasa alrededor de su cuerpo, la que actúa como aislante térmico y moderador.

Esta grasa gruesa ayuda a mantener las temperaturas frías y de congelación del agua en el exterior, lejos de los órganos vitales del animal, e incluso puede protegerlo de los ataques de depredadores como tiburones.

Diferencias entre las ballenas y los peces

Diferencias entre las ballenas y los peces

Dado el hecho de que ballenas y peces habitan el océano juntos, cualquiera podría asumir que comparten algunas características físicas comunes. Sin embargo, está posible suposición está alejada de la realidad. Es más, en algunos aspectos, cuando se trata de cómo viven y prosperan en el océano, las ballenas y los peces son como la noche y día.

Como ejemplo tenemos que las ballenas poseen una gruesa capa de grasa para mantener sus órganos vitales calientes  incluso en aguas heladas, mientras que los peces son de sangre fría y no tiene que manejar o regular su calor interno para sobrevivir. Otra diferencia importante radica en el hecho de que las ballenas respiran aire y deben subir a la superficie para obtener oxígeno, y los peces están habilitados para extraer el vital elemento directamente del agua.

Por último, resulta indispensable destacar que las ballenas pasan por una fase de embarazo y dan a luz a sus hijos, mientras que muchas especies de peces ponen miles de huevos y los dejan a eclosionar por su cuenta.

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