Evolución de las ballenas

Evolución de las ballenas

La asombrosa transición de sus predecesores a la ballena tal cual la conocemos hoy se produjo poco después de la aparición de los grupos de mamíferos modernos, alrededor de 55 millones de años atrás. Era un período caluroso en la historia de la Tierra, en el que los dinosaurios terrestres y los grandes reptiles marinos habían desaparecido millones de años antes.

Un grupo de mamíferos ungulados (que tienen cascos o pezuñas) pasaban mucho tiempo en el agua, donde podían obtener abundante comida. Con el paso del tiempo renunciaron a desenvolverse en varios terrenos y evolucionaron hacia las ballenas totalmente acuáticas.

Pakicetus attocki

Pakicetus attocki 

La Pakicetus attocki vivió hace unos 50 millones de años en los márgenes de un gran océano de poca profundidad. Información química que se ha logrado obtener de algunos de estos devoradores de carne, en bocados de carne del tamaño estimado de un lobo, muestra que comían pescado, la base de su dieta.

Asimismo, hallazgos arqueológicos de huesos de su oído han permitido confirmar una característica única de las ballenas, lo que coloca a la Pakicetus como el miembro más antiguo del linaje de la ballena moderna, entre los conocidos hasta el momento.

Ambulocetus natans

Ambulocetus natans

El nombre de esta ballena antigua significa “ballena caminante que nada”, en referencia a su forma de vida, que desarrollaba tanto en el agua como en la tierra.

La Ambulocetus probablemente nadaba remando con sus piernas, hundiendo sus extremidades anteriores y dando patadas poderosas con sus patas traseras, lo cual constituye una forma distintiva de moverse en el agua.

Al parecer, esta especie era capaz de escuchar a través del hueso inferior de su mandíbula. Presumiblemente el sonido pasaba desde la madíbula hasta el oído mediante tejidos blandos que conducía a ese órgano, una pequeña adaptación que prefigura el notorio sistema de recepción de sonido utilizado por las ballenas dentadas de la actualidad.

Kutchicetus minimus

Kutchicetus minimus

La Kutchicetus minimus, de esqueleto pequeño, se estima que vivió hace más de 43 millones de años. Como otras de las primeras ballenas en la evolución, esta especie habitó los mares tropicales. Allí se han hallado sus fósiles, sobre todo en sedimentos formados en mares poco profundos protegidos por islas-barrera.

Sus patas traseras eran más pequeñas que las de ballenas anteriores a ella, por lo que es probable que no se valiera de la propulsión para nadar. Quizás para ello ayudase su larga cola, aunque no existe evidencia de colas con aletas caudales como en las ballenas vivientes en la actualidad.

La Kutchinecetus quizás pasaba más tiempo sumergida que otra especie antigua como la Pakicetus, por lo que al ser el acuático el ambiente predominante en su hábitat el pelo ya no era necesario.

Andrewsarchus mongoliensis

Andrewsarchus mongoliensis

Esta especie es un pariente cercano a la ballena al integrar el mismo grupo de mamíferos ungulados al que pertenecen ellas y otros animales como los hipopótamos.

Es conocida a partir de un único cráneo descubierto en 1923, durante una expedición museo a Mongolia y China.

Dorudon atrox

Dorudon atrox

Otro antecesor de las ballenas es el Dorudon atrox, el cual puede conocerse a partir de esqueletos y cráneos que representan fósiles de esta ballena prematura, conocida como basilosaurio.

Esta especie ya era totalmente acuática y vivió entre 34 y 40 millones de años atrás. De igual forma, es probable que luciera muy parecido a las ballenas modernas. Así, se estima que sus orificios nasales y el de ventilación estaban dispuestos en la parte alta de la cabeza, y que estaba capacitada para escuchar adecuadamente bajo el agua, según sugiere la estructura de los huesos de sus oídos.

Otro avance en la evolución fueron sus adaptaciones para el nado. Las extremidades anteriores devinieron en aletas idóneas para funcionar como remos, aunque las posteriores aún eran rudimentarias. La pelvis se había distanciado de la columna vertebral, liberando la espina dorsal para dar más poder al movimiento de la cola, la que al estar liberada además de vértebras en su punta y presentar aletas funcionales, desempeñaba ya un rol protagónico en los desplazamientos.

Estaba antigua ballena, por su avance evolutivo, llegó a habitar todos los océanos del mundo, hasta su evolución hacia las especies modernos que hoy conocemos.

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