Tiburones ballena

Tiburones ballena

Descrito y nombrado por primera vez en 1928, el tiburón ballena asombra a cuantos tienen el placer de verlo por su tamaño, atractivo colorido y majestuosidad.

Esta especie, que durante mucho tiempo sembró la polémica de si pertenecía al reino de las ballenas o al de los tiburones, más que nada por su tamaño, pertenece al género Rhincodon, específicamente a la familia Rhincodontidae. Si estás interesado en conocer más sobre ella, mediante una lectura breve, estás en el sitio adecuado y no debes hacer nada más que seguir leyendo.

Rasgos principales

Entre los principales rasgos que distinguen al tiburón ballena podemos señalar su cuerpo aerodinámico y estrecho, así como su cabeza aplanada y amplia.

Asimismo, otra característica apreciable es una boca transversal, inmensa y ubicada prácticamente en la punta del hocico u olfato.

Como ha de suponerse por su tamaño, que puede alcanzar un máximo de 20 metros, todo en el tiburón ballena es grande. Así, sus hendiduras branquiales son muy grandes en comparación con las de otros tiburones, y se forman a modo de filtros hacia lo interno.

Por otra parte, la primera aleta dorsal supera en tamaño a la segunda, que se ajusta levemente hacia atrás. En cuanto a la caudal, es de dos lóbulos y semilunar en los ejemplares totalmente desarrollados, aquellos que alcanzaron la madurez sexual, lo que ocurre cuando rebasan los nueve metros de tamaño aproximadamente.

La piel de los tiburones ballena también es muy distintiva de la especie, ya que presenta similitudes con un tablero de ajedrez, a partir de la alternancia de puntos de luz y rayas sobre un fondo de color oscuro, mayormente gris, azul o marrón.

A su vez, las referidas machas suelen ser blancas, con tonos cremosos, y las rayas pálidas, tanto las verticales como las horizontales.El vientre de este tiburón, que puede vivir por 60 años según estimados basados en observaciones, es siempre es blanco.

En cuanto a su dentadura, está integrada por piezas minúsculas, que suman cerca de 300 en cada mandíbula, una estructura que generalmente no interviene en la alimentación.

Alimentación

Ya que la mencionamos, hablemos de ella.

La alimentación de los tiburones ballena consiste en una amplia gama de plancton y necton, dentro del que pueden hallarse crustáceos y peces pequeños, y solo de forma ocasional organismos más grandes como calamar y atún.

Asimismo, los estudiosos y observadores de la especie sostienen que el fitoplancton y las macroalgas integran su dieta habitual.

Algo esencial para comprender las distinciones de este tiburón es que a diferencia de otros vertebrados consumidores de plancton, no precisa de lentos desplazamientos para no perder volúmenes de alimento potencial mientras su mecanismo de filtración funciona.

Esto se explica en que el suyo opera mediante una potente succión, que le permite ingerir agua a una gran velocidad, procesarla y expulsarla, mientras las presas quedan atrapadas en su interior.

Para la búsqueda de plancton el olfato del tiburón ballena desempeña un papel más importante que la visión, ya que sus ojos están en la parte posterior de la cabeza.

Hábitat y distribución

Los tiburones ballena son pelágicos, lo que significa que habitan mayormente en mar abierto.

Prefieren las aguas con temperaturas de superficie entre los 21 y los 30 grados centígrados y en las que, por supuesto, abunde el plancton.

A tono con ello, están esparcidos por todos los mares tropicales y templados del orbe, salvo el Mediterráneo.

Reproducción

Los tiburones ballena se reproducen ovovivíparamente. Esto significa que sus huevos eclosionan en el vientre materno, lo que determina que dé a luz a sus crías.

A su vez, estas se estima vienen al mundo con longitudes de diámetro entre los 55 y los 64 centímetros.

Depredadores

Por su tamaño es lógico suponer que estos tiburones, ya desarrollados, no son víctimas de muchos depredadores.

Su vulnerabilidad está entonces mientras crecen, período en el que pueden ser devorados por otros tiburones, como el azul, u otras especies como el marlín azul.

Estado de conservación

La proliferación de los tiburones ballena se ve limitada por algunas de sus características biológicas tales como el tamaño, su crecer lento, maduración tardía y longevidad, las que hacen estimar que las poblaciones de la especie son muy vulnerables a la sobrepesca.

No en balde ese es el calificativo (vulnerable) que la especie tiene en el listado de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales.

Afortunadamente, porque su carne es demandada en varias naciones asiáticas, la pesca de tiburones ballena, inofensivos para el hombre a menos que se les provoque, está limitada y aunque esto nunca es suficiente, al menos es una buena señal.

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