Ballena beluga

Ballenas beluga

Su cuerpo es redondo, especialmente cuando se encuentra bien alimentada, y se estrecha menos a la cabeza que a la cola. La conicidad repentina hacia la base del cuello, le otorga una apariencia de llevar hombros, un aspecto único entre los cetáceos.

A medida que el animal crece, la aleta caudal comienza a crecer y volverse hermosamente curvada. Por otra parte, las aletas pectorales son anchas y cortas, dotando al animal de un aspecto casi cuadrado.

Longevidad

Las investigaciones preliminares sobre la ballena beluga sugerían que podía alcanzar una esperanza de vida de no más de 30 años.  El método empleado para calcular la edad de esta ballena, se basaba en el número de capas de dentina y cemento dental presentes en los dientes del espécimen, pues originalmente se pensaba que estas capas aparecían con una frecuencia anual.

Estas capas pueden ser identificadas fácilmente, pues mientras una se compone de un material denso y opaco, la otra resulta transparente y menos densa. Por lo tanto, es posible estimar la edad de un individuo extrapolando el número de capas identificadas y la frecuencia estimada con la que estas capas son originadas.

Un estudio realizado en el año 2006 y utilizando la datación por radiocarbono de las capas de dentina arrojó que los depósitos de este material se producen con una frecuencia menor de lo que se pensaba previamente. Finalmente, logró determinarse que las belugas son capaces de vivir entre 70 y 80 años.

Ballena beluga blanca

Tamaño de la ballena beluga

Esta especie presenta un grado moderado de dimorfismo sexual, puesto que los machos son un 25% más grandes que las hembras, y más resistentes. Los adultos machos de beluga alcanzan un rango entre 3.5 y 5.5 metros de largo (11 a 18 pies), mientras que los ejemplares femeninos pueden medir de 3 a 4.1 metros (9.8 a 13.5 pies). En cuanto al peso, los machos oscilan entre 1100 y 1600 kg (2400 y 3500 libras), en ocasiones llegando a alcanzar 1900 kg (4200 lb). Las hembras por otra parte alcanzan los 700 y hasta 1200 kg (1500 hasta 2600 lb).

Los registros anteriores clasifican la especie de tamaño medio en el orden de las ballenas dentadas. Ambos sexos alcanzan su tamaño máximo para los diez años de edad, donde comenzarán a mostrar un cuerpo robusto y fusiforme (forma de cono con la punta hacia atrás), y con frecuencia dejando mostrar pliegues de grasa, sobre todo a lo largo de la superficie ventral.

Entre el 40 y el 50% de su peso corporal es grasa, una proporción mucho mayo a la de otros cetáceos que no habitan en el Ártico, y en cuyos cuerpos la grasa solo representa un 30% del total. La grasa forma una capa que cubre todo su cuerpo, exceptuando la cabeza, y cuyo grosor puede llegar a alcanzar los 15 centímetros (5.9  pulgadas). De esta manera, la grasa actúa como aislante en aguas con temperaturas entre 0 y 18 grados, al igual que constituye una importante reserva de alimentos durante períodos de escasez.

Ballenas beluga blancas

Color de las ballenas beluga

La beluga adulta rara vez es confundida con otras especies, ya que es completamente blanca o de color gris blanquecino. Las crías nacen generalmente de color gris, y cuando alcanzan el mes de edad, adoptan una tonalidad más oscura y azulada. A partir de entonces, y cuando cumplen siete años las hembras y nueve los machos, comienzan a perder progresivamente su pigmentación hasta alcanzar una coloración blanca, distintiva de estos ejemplares.

La coloración blanca de la piel, es una adaptación a la vida en el Ártico, que les permite a estas ballenas camuflarse entre los casquetes polares y protegerse de esta manera contra sus depredadores, como son los osos polares y las ballenas asesinas. A diferencia de otros cetáceos, las belugas son capaces de mudar su piel cada cierto tiempo. Durante el invierno, la epidermis se torna gruesa y la piel amarillenta, sobre todo en la espalda y las aletas. Cuando migran a los estuarios durante el verano, se frotan en la grava de los lechos de los ríos para remover el revestimiento cutáneo.

Cabeza de la ballena beluga

Cabeza y cuello

Como la mayoría de las ballenas dentadas, poseen un compartimento que se encuentra en el centro de la frente y donde se aloja un órgano especial llamado melón (compuesto de tejido graso) utilizado para la ecolocalización. La cabeza de la beluga es diferente a la de cualquier otro cetáceo, debido a que el melón posee una morfología lobulada y bulbosa que puede ser identificada fácilmente como una gran protuberancia frontal.

Otra característica distintiva del melón, es que posee propiedades maleables: su forma cambia según la emisión de los sonidos. En otras palabras, la beluga es capaz de cambiar la forma de su cabeza al soplar el aire alrededor de sus fosas nasales para enfocar los sonidos emitidos. Este órgano tan peculiar contiene ácidos grasos, principalmente ácido isovalérico (60.1%) y ácidos ramificados de cadena larga (16.9%), una composición muy diferente a la de su grasa corporal, y que puede justificar el papel que desempeña en su sistema de ecolocalización.

A diferencia de algunos delfines y ballenas, las siete vértebras presentes en su cuello no se fusionan entre sí, lo que permite que el animal sea capaz de mover su cabeza lateralmente sin necesidad de girar su cuerpo. Esta característica brinda a su cabeza una maniobrabilidad lateral muy útil para ampliar su campo de visión, lo que le sirve de gran ayuda en la captura de sus presas, para evadir a sus depredadores y para cuando se encuentre en aguas profundas.

La composición dental posee alrededor de ocho a diez pequeños y contundentes dientes, ligeramente curvados a cada lado de la mandíbula y que conforman un total de 36 a 40 piezas. Las belugas no utilizan sus dientes para masticar, sino para atrapar y sostener a sus presas, que luego pueden desgarrar hacia arriba y tragarlos en su totalidad.

Grupo de ballenas beluga

Estos mamíferos marinos poseen un solo espiráculo, localizado en la parte superior de la cabeza (detrás del melón) y formado por una cubierta muscular que le permite encontrarse completamente sellado. En condiciones habituales, el espiráculo permanece cerrado y el animal debe contraer la cubierta muscular para abrirlo. La glándula tiroides de la beluga es mucho más grande que la de los mamíferos terrestres, llegando a pesar tres veces más que la de un caballo, y con la cual puede mantener un gran metabolismo durante el verano, época en la que se retira a vivir en los estuarios de los ríos. La beluga es el cetáceo marino que desarrolla con mayor frecuencia lesiones hiperplásicas y neoplásicas de la tiroides.

Aletas de la ballena beluga

Las aletas de las belugas conservan los vestigios óseos de sus antepasados, y se encuentran firmemente unidas por tejidos conjuntivos. Estas aletas suelen ser pequeñas en relación con el tamaño del cuerpo, poseen forma de remo y son ligeramente redondeadas en las puntas. Como versátiles extremidades que son, se utilizan principalmente como timón, para controlar la dirección, trabajar en sincronía con la aleta caudal y para sostener un movimiento ágil en aguas poco profundas de hasta 3 metros (10 pies) de profundidad.

Las aletas de belugas contienen adicionalmente un mecanismo para regular la temperatura corporal, pues las arterias que alimentan estas estructuras se encuentran rodeadas de venas que se dilatan o contraen con el fin de ganar o perder calor. La aleta caudal es plana, con dos lóbulos en forma de remo, no posee huesos y se compone de un tejido denso, duro y fibroso.

La aleta anal por su parte posee una curvatura distintiva a lo largo de su borde inferior, mientras que los músculos longitudinales de la parte posterior proporcionan el movimiento ascendente y descendente de la aleta, que posee además un mecanismo de termorregulación similar al de las aletas pectorales.

Ballena albina

Las beluga tienen una cresta dorsal, en lugar de una aleta dorsal. Esta ausencia de aleta dorsal se refleja en el nombre científico de la especie: Delphinapterus leucas, donde la palabra “apterus” proviene del griego y significa “sin alas”. La preferencia evolutiva de la cresta dorsal en lugar de una aleta, se cree ser una adaptación a las condiciones bajo el hielo, o quizás como una vía para preservar el calor. Esta cresta es de consistencia dura, y junto a la cabeza, es utilizada en ocasiones para abrir agujeros en el hielo que pueden alcanzar hasta los ocho centímetros de grosor (3 pulgadas).

Sentidos de las ballenas beluga

Oído: La beluga tiene un sentido de la audición muy desarrollado gracias a su corteza auditiva. Este animal es capaz de escuchar sonidos en un rango entre los 1.2 kHz y los 120 kHz, con mayor sensibilidad entre los 10 y 75 kHz (el rango promedio de audición para un humano es de 0.20 a 20 kHz). La mayoría de los sonidos son recibidos por la mandíbula inferior, que posteriormente son transmitidos hacia el oído medio. En las ballenas dentadas, la mandíbula inferior es ancha y posee una cavidad en su base, que se extiende hasta un punto de convergencia con el cráneo.

Un depósito de grasa dentro de esta cavidad es el encargado de conectar con el oído medio. Las ballenas dentadas poseen además un diminuto orificio auditivo externo, ubicado a unos pocos centímetros detrás de los ojos, donde cada orificio se comunica con el conducto auditivo interno y el tímpano. Aún no se conoce si estos órganos son funcionales o simplemente un vestigio del pasado.

Fotos de ballenas beluga

Visión: Las belugas son capaces de ver dentro y fuera del agua, pero su visión es relativamente pobre en comparación con los delfines. Sus ojos se encuentran especialmente adaptados para ver bajo el agua, si bien cuando entran en contacto con el aire, el lente cristalino y la córnea se ajustan para equilibrar la miopía (puesto que el rango de visión bajo el agua es más corto). La retina de las belugas posee conos y bastones, lo que sugiere que pueden ver en ambientes de poca iluminación. La presencia de células cónicas también indica que pueden ver en colores, aunque se trata de un planteamiento no confirmado. Unas glándulas, localizadas en la esquina medial de los ojos, segregan una sustancia aceitosa y gelatinosa que lubrica el ojo y le permite eliminar cuerpos extraños. Esta sustancia forma además una delgada película que protege la córnea y la conjuntiva de organismos patógenos.

Tacto: Algunos estudios con animales en cautiverio han demostrado que las belugas buscan el contacto físico con otros ejemplares de su misma especie muy a menudo.

Sabor: También se han encontrado algunas áreas en la boca que podían actuar como quimiorreceptores para distintos sabores, y que pueden detectar incluso la presencia de sangre en el agua, lo que le lleva a reaccionar de inmediato y mostrar un comportamiento de alarma.

Olfato: Como el resto de las ballenas dentadas, sus cerebros carecen de bulbos y nervios olfatorios, lo que surgiere que no poseen un sentido del olfato.

Imagenes de ballenas beluga

Hábitat de las beluga

Las belugas poseen una amplia variedad de hábitat. Son más frecuentes de ver en aguas poco profundas cerca de la costa, pero también se conoce que pueden vivir en aguas más profundas durante largo períodos, donde se alimentan y dan a luz a sus crías.

En zonas costeras, pueden encontrarse cerca de calas, fiordos, canales, bahías y aguas poco profundas del Océano Ártico, iluminadas continuamente por la luz solar. También son frecuentemente avistadas durante el verano en los estuarios de los ríos, donde se alimentan, socializan y se reproducen. Estas aguas poseen regularmente una temperatura entre los 8 y 10 °C. Los humedales costeros de la ensenada de Cook, en Alaska, es un lugar muy popular para estos animales, donde suelen pasar los primeros meses del verano.

Al este del Mar de Beaufort, las belugas hembras y sus crías prefieren las aguas abiertas cercanas a la costa, mientras que los machos adultos viven en aguas cubiertas por el hielo cerca del Archipiélago Ártico Canadiense. Los más jóvenes o algunas hembras con crías más maduras, se ubican cerca de la plataforma de hielo. Habitualmente, el uso de estos hábitats tan diferentes en verano, reflejan las diferencias en los hábitos de alimentación, riesgo de depredadores y factores de reproducción para cada una de estas subpoblaciones.

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